Masacre en Brasil
Los atacantes eran exalumnos del colegio donde dejaron 8 muertos
14/03/2019. Los autores de la matanza tenían 17 y 25 añosy habrían usado un revólver, una ballesta, arco y flechas.
La masacre de San Pablo, fue perpetrada por dos antiguos alumnos, un adolescente de 17 años y un joven de 25 años, irrumpieron armados en el colegio público de Suzano, dejando un saldo de ocho personas fallecidas, entre ellos cinco alumnos. Según la policía ambos se suicidadaron en el centro educativo.
Brasil está acostumbrado desde hace tiempo a matanzas vinculadas a la delincuencia, pero de ninguna manera a masacres en escuelas como la ocurrida este miércoles en manos de estos jóvenes. Los atacantes, encapuchados, sembraron el terror en las aulas del colegio estatal Professor Raul Brasil con un revólver del 38, una ballesta, un arco, flechas y artefactos que parecían explosivos, según ha informado el coronel Marcelo Salle. Entre los fallecidos están también la coordinadora pedagógica y otra empleada. Antes de emprenderla contra los estudiantes y el profesorado de su antiguo colegio, la pareja asaltó, robó y mató a un comerciante. Por el momento, se desconocen los motivos del suceso.
Al consultar a sobre lo sucedido, J. C., de 16 años, alumna de segundo año, relataba después la espantosa experiencia: “Estábamos tomando el almuerzo y oímos el ruido [de los disparos]. Creíamos que eran bombitas [de juguete] en el cuarto de baño hasta que vimos a uno de ellos con un arma. Todos nos tiramos al suelo. Vi a uno con un hacha, que le dio a una compañera en la zona de la clavícula. Conseguimos correr a la secretaría y de allí salir de la escuela”. Abatida, ha contado que uno de sus compañeros ha muerto.
Valéria de Melo Oliveira, ama de casa de 41 años, recibió unaudio que se lo enviaba su hija de 15 años. “¡Madre, socorro! Hay un tiroteo, ¡ven a ayudarme!”, imploraba la adolescente, según recordaba después la progenitora. Ella está fuera de peligro.
Tras sembrar el terror entre los estudiantes de Secundaria, los dos agresores, uno de ellos seguidor del presidente Bolsonaro, se suicidaron en el pasillo, según ha asegurado el portavoz policial y el gobernador de São Paulo, João Doria. Los primeros agentes llegaron al centro escolar ocho minutos después del aviso. "Estoy muy impactado, con un profundo pesar. Es la escena más triste que he visto en toda mi vida", ha dicho Doria.
Los atacantes vivían en la misma zona de esta tranquila ciudad de 300.000 habitantes en el área metropolitana de São Paulo, a unos 60 kilómetros de la capital paulista. Los vecinos han relatado que el más joven fue criado por su abuela, pertenece a una familia desestructurada, mientras que el mayor era de una familia convencional.