Crimen de Paola Álvarez
Piden la elevación a juicio para Zambrani y sus padres
14/05/2018. Santiago está imputado por el delito de homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y por mediar violencia de género, y sus padres por el delito de partícipes secundarios de delito de homicidio doblemente calificado.
El fiscal penal Ramiro Ramos Ossorio oficializó hoy el requerimiento de juicio para Santiago Zambrani y sus padres, Alfredo Zambrani y Amelia Huergo, por el crimen de Paola Álvarez, la joven desaparecida el 5 de mayo de 2017, a fin de que el Tribunal de Juicio fije fecha de debate.
Santiago está imputado por el delito de homicidio “doblemente calificado por la relación de pareja y por mediar violencia de género”, cuya escala penal incluye la pena de prisión perpetua, mientras que sus padres están acusados del delito de “partícipes secundarios de delito de homicidio doblemente calificado.
En la oportunidad, el fiscal solicitó también el embargo de la camioneta VW Amarok, en la cual el principal imputado cargó el cuerpo de Paola e intentó hacerlo desaparecer arrojándolo en el camino a la cornisa, en La Caldera
Ramos Ossorio concluyó que Zambrani elaboró y ejecutó un plan asesino que tuvo como móvil principal el rechazo de la víctima, Paola Álvarez, a formalizar una supuesta relación sentimental que solamente tenía entidad para el imputado.
Además entendió que primero disminuyó cualquier reacción defensiva de su víctima a partir del uso de píldoras, tras lo cual estranguló a Paola.
La desaparición de Paola Álvarez, fue denunciada el 5 de mayo del año pasado por sus familiares, quienes informaron que la última vez que fue vista con vida fue esa misma fecha, cuando se hallaba junto a Zambrani.
Los investigadores pudieron extraer y analizar la cuenta que Zambrani poseía en la red social de Facebook, en donde pudieron obtener un mensaje que despertó las sospechas en su contra. “Hoy he perdido a la persona que más ame en este mundo no sé porque ni como ahora todos me juzgan y me culpan ya mi vida no tiene sentido…Encontrare haya arriba por fin podré estar a tu lado sin importar lo que los otros piensen o opinen…voy en tu búsqueda…”.
A esto se sumó el hecho de que los padres de Zambrani, “al momento de tomar conocimiento de que las pesquisas policiales se orientaban hacia la posible detención de su hijo, decidieron entorpecer el trámite investigativo, aludiendo falsos contactos con su hijo, postergando el momento de su presentación ante las autoridades.
Ramos Ossorio resaltó la comunicación que Santiago Zambrani tuvo con Paola Álvarez días previos al hecho, “en donde surge claramente que ella no quería tener más intimidad con el acusado y que su relación solo estaría basada en que Paola realice la limpieza de su departamento, a lo que Santiago no estaba de acuerdo y era insistente en mantener relaciones sexuales con la víctima.”.
Otra testigo expresó que Zambrani estaba “obsesionado” con Paola, como así también refirió datos contundentes para el esclarecimiento del caso, entre ellos, el hecho de que días antes de la desaparición de la joven, el acusado le solicitó pastillas para “enfiestarse”, por lo que le proveyó de píldoras como “Clonazepan”.
Al respecto, el fiscal señaló que estos dichos van de la mano con las búsquedas que Zambrani realizó en torno a los efectos de esta droga en Google, tarea que surge de su teléfono celular días antes de la desaparición de Paola Álvarez.
Esta misma testigo aportó otro dato clave que evidencia el grado de incriminación de Zambrani, cuando el 6 de mayo a las 19, al otro día de la desaparición, el imputado responde un mensaje suyo con la siguiente frase: “me mandé una cagada”.
El fiscal señaló que Zambrani resolvió quitarle la vida a la joven Paola Álvarez, a quien primeramente habría dado a ingerir (subrepticiamente) una sustancia apta para provocar su somnolencia (clonazepam), mezclada con alcohol (cerveza), todo ello tendiente a quebrantar su voluntad o posible resistencia, para luego estrangularla (asfixia mecánica)”.
Posterior a lo cual dispuso del cuerpo de la misma, cargándolo a bordo de la camioneta, VW Amarok, y dirigirse por Ruta Nacional N°9, denominado “camino de cornisa”, donde arrojó el cuerpo al vacío”.
Así también estableció que Santiago Zambrani fue el único autor material de la muerte de Paola Álvarez, habiendo actuado de manera premeditada.
Fuente de la Información: Informate Salta