La central puede operar hasta fin de mes, cuando deberían iniciarse obras para extender su funcionamiento que demorarán dos años.
El Gobierno estudia medidas para asegurarse el abastecimiento energético en el verano y evitar posibles cortes de luz masivos. Entre las decisiones que debe tomar en los próximos días figura la salida o no del sistema de la central nuclear Atucha I. La planta es la primera de su tipo en el país, cumplió 50 años y tiene licencia para operar hasta fin de este mes.
Para octubre está programado que comiencen millonarias obras para extender su funcionamiento por otras dos décadas. Los trabajos en la central nuclear demandarían unos dos años y cerca de US$460 millones.
Pero el Ejecutivo analiza postergar esos trabajos ante lo que se espera sea un verano más caluroso de lo habitual y las advertencias sobre una temporada estival con una oferta energética que no alcanzaría a abastecer los picos de demanda. Por eso, funcionarios de Javier Milei mantuvieron contactos con la Autoridad Regulatoria Nuclear para sondear un posible retraso en el proceso y permitir así garantizar el abastecimiento energético suficiente.
La decisión tiene que tomarse antes del 29 de septiembre. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, admitió que atrasar los trabajos en Atucha I era parte del plan oficial para minimizar posibles cortes masivos durante el verano.
“Se trabaja de manera conjunta con distintos organismos con injerencia en la materia en establecer un pronóstico certero y ajustado a las condiciones prevalecientes que permita mitigar posibles distorsiones y/o perturbaciones sobre el sistema eléctrico nacional, considerando los escenarios de condiciones climáticas y su influencia sobre la demanda”, expuso el jefe de Gabinete.
La demora en las definiciones generaron pedidos de los empleados del complejo nuclear de Lima, en Zárate. Defienden la paralización de la central nuclear para encarar las obras previstas, a la vez que se quejaron por los nombramientos de funcionarios sin experiencia en el sector en el directorio de Nucleoeléctrica (NASA), la empresa estatal que gestiona las dos Atucha y Embalse. También rechazaron que la firma sea privatizada, como surge de la Ley Bases.
En una carta dirigida a Luis Caputo, la Asociación de Profesionales Universitarios del Agua y la Energía Eléctrica (Apuaye) le pidió al ministro de Economía que se evalúen “otras alternativas para afrontar los picos de demanda eléctrica del próximo verano, a fin de no postergar la parada (de Atucha I) prevista para poder dar comienzo a las obras”, reprodujo el sitio especializado Econojournal.
Remarcaron que “las tareas son clave para extender la operación por más de 20 años, mantener la potencia instalada nuclear y el nivel de diversificación de la matriz y conservar los conocimientos nacionales sobre la tecnología de uranio nacional y agua pesada”.
Qué pasa con el acuerdo con China para construir Atucha III
La nuclear representa entre el 7% y el 10% del total de la oferta de energía eléctrica que tiene la Argentina. En ese marco, la gestión de Alberto Fernández suscribió a principios de 2022 con China un compromiso para construir otra planta nuclear en el complejo de Zárate, con financiamiento y tecnología del gigante asiático. Formó parte de la alianza estratégica con la que el país se adhirió a la iniciativa de la ruta de la seda.
El proyecto Atucha III implicaba una inversión de US$8300 millones, y estaba previsto iniciar las obras a fines de 2022, pero no avanzó porque no hubo acuerdo por el financiamiento ni la tasa de repago, entre otras cuestiones de la relación bilateral.
Con la llegada del gobierno de Javier Milei, y aunque hubo gestos de acercamiento, todos los tratados firmados y en marcha (como las paralizadas represas de Santa Cruz) están en revisión.
En su presentación en Diputados, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, explicó que el contrato de la construcción de Atucha III “no entrará en vigencia ni será vinculante para las partes hasta que se alcancen ciertas condiciones precedentes para su efectividad. El año pasado, el plazo para cumplir esas condiciones fue extendido hasta el 30 de abril de 2025″.
Respecto del financiamiento de la obra, el jefe de ministros expuso que “las negociaciones correspondientes están a cargo del Ministerio de Economía” y que el proyecto de la nueva central nuclear “no cuenta con asignaciones presupuestarias para el ejercicio en curso, ni para el trienio 2025/27″.
Fuente: TN