Alejandro Isabella se desmayó durante el encuentro entre Frontera Rivera y Alto Perú, en la tercera categoría. Se encuentra estable y fuera de peligro, según confirmó su pareja.
Con la tragedia de Juan Izquierdo aún en carne viva, el fútbol uruguayo tuvo un fuerte susto en un partido de la Primera C. El futbolista Alejandro Isabella se desplomó mientras se disputaba el encuentro entre Frontera Rivera y Alto Perú, correspondiente a la décima fecha del Torneo Apertura.
El incidente se produjo cuando el defensor comenzó a sentirse mal y terminó cayendo en el área al lado de un compañero. Rápidamente el doctor de Rivera, Ricardo Araujo, le dio oxígeno antes de que lo trasladaran al hospital, donde fue diagnosticado con una arritmia, según informó el periodista Sebastián Giovanelli en sus redes sociales.
El jugador, que sintió “puntadas y falta de oxígeno” antes de desplomarse, según contó su esposa, se encuentra estable en su domicilio y “fuera de peligro”.
“Quería comunicar que él se encuentra estable en su domicilio fuera de peligro, aguardando que se pueda solucionar el tema de los chequeos médicos, ya que él cuenta con salud pública. Aclarar que él se encuentra bien, que no se digan noticias, las cuales no son verdaderas por el hecho de preocupar a su familia y hermanos”, escribió la mujer en un posteo de su cuenta de Facebook.
Además, Perdomo elogió el accionar del cuerpo médico del club. “Quiero agradecer al médico que tuvo atención enseguida trasladándolo al hospital, al médico de cabecera por trasladarme a mí y al referente del club (Gonzalo Scotti) que en todo momento estuvo conmigo”, cerró.
“Un minuto antes del partido sintió puntadas, falta de oxígeno y sintió que se desvanecía. Fue un partido muy exigido, a veces uno piensa que las divisiones inferiores a primera son menos ejercidas, pero la verdad tienen una exigencia tremenda de desgaste físico”, contó la esposa de Isabella en una entrevista para Radio Sport 890.
Y luego, agregó: “Llegó al hospital con una presión alta de 14.7 y un ritmo cardíaco que bajaba y subía, pero él siempre estuvo consciente en el momento de los estudios. Más o menos a la media hora, 40 minutos ya estaba estable y listo para poder retomar con todos a Montevideo”.
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