Son 400 en total los que fueron separados de sus núcleos familiares por distintos motivos, pero 100 lograron encontrar miembros cercanos que los contengan.
La secretaria de Primera Infancia, Niñez y Familia en Salta, Carina Iradi, explicó por Profesional que su principal preocupación radica en los menores que están en dispositivos del Estado, porque quiere decir que no encontraron a ningún familiar que quiera o pueda hacerse cargo, y por ende no están creciendo en el marco de un hogar.
En muchos casos son hermanos a los que se intenta mantener en los mismos lugares, para no romper lazos, pero por cuestión de edades no siempre es posible. La Casa Cuna por ejemplo recibe niños de 0 a 5 años y de 6 hasta 18 pueden estar repartidos en diferentes dispositivos.
En cuanto a las alarmantes cifras que se dieron a conocer, se supo que en los primeros seis meses del año, cien chicos debieron ser separados de sus núcleos familiares por causas variables como violencia intrafamiliar, deficiencia parental, negligencias, imposibilidad de cuidado, abusos de distintos tipos y carencia total de recursos. El factor más común es el consumo problemático de los progenitores.
Iradi consideró importante destacar que están en manos de cuidadores que son de la propia familia, logran así mantener el cuidado hogareño y una identidad; no sucede los mismo con los 300 que están en dispositivos del Estado, en donde la crianza pasa por otro lado.
Además confirmó que en lo que va del año se activaron cinco mil protocolos para la protección de menores ante casos de violencia o abusos, pero que no fueron separados de sus entornos. En cada caso, sean o no separados, afirmó que se trabaja con la familia a través de talleres para darle continuidad al acompañamiento familiar.
La abogada explicó que ante situaciones de vulnerabilidad de activan dos medidas de protección excepcionales: la primera que se prioriza es buscar ayuda en entorno familiar, tíos, abuelos, etc. Mientras se trabaja sobre los padres para la restitución parental, de no lograrse, los menores quedan bajo guarda legal o tutela, de acuerdo al examen de la Justicia. La segunda, es más compleja y es el alojamiento en dispositivos estatales, ya que no cuentan con referente afectivo que quiera o pueda asumir el cuidado.
En el caso de los más pequeños, que son albergados en la Casa Cuna, dijo que en diciembre pasado eran 18, pero que el primer semestre de este año ese número creció a 50, de los cuales alrededor de 20 fueros restituidos a sus casas.
Iradi garantizó que cada situación tiene plan a medida, se controlan las condiciones de vuelta a sus hogares, se dictan talleres de crianza, se realizan abordajes psicológicos, etc. La ley otorga 180 días para resolver los apartamientos de hogar, en tanto, el seguimiento posterior depende de la gravedad por la cual se intervino, monitoreado por la Justicia.
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