Ariel “Guille” Cantero está preso en el penal de Marcos Paz, desde donde ordenó diferentes crímenes. La víctima del rapto, hijo de un importante empresario de Rosario, fue liberada tras el pago de un millonario rescate.
Un grupo de fiscales federales de Rosario pidió este lunes que el líder de Los Monos, Ariel Máximo “Guille” Cantero, sea condenado a la pena de 25 años de prisión. Es por haber participado en el secuestro extorsivo de un joven de 21 años que el 23 de julio de 2021 fue a comprar marihuana y terminó raptado por la banda narco. Los atacantes le extirparon la uña de un dedo a la víctima –que es hijo de un empresario de Arroyo Seco– y mandaron imágenes suyas a sus familiares, quienes pagaron el rescate al entregar pesos, dólares y joyas.
La solicitud fue dada a conocer durante los alegatos de clausura del juicio que se lleva adelante contra el jefe narco, encerrado en Marcos Paz, ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 3 de Rosario, integrado por los jueces Osvaldo Facciano, Eugenio Martínez Ferrero y Mario Gambacorta. La hizo el cuerpo de fiscales compuesto por Federico Reynares Solari, titular del área de Investigación y Litigación de Casos Complejos de Rosario, el auxiliar fiscal Rodrigo Romero y Matías Scilabra de la Procunar.
De ser condenado, Cantero sumaría más tiempo a su abultada carrera penitenciaria: ya acumula 113 años por diferentes delitos.
En el debate oral y público también pidieron una pena unificada de 25 años y 11 meses para Leandro “Pollo” Vinardi, histórico ladero del jefe de Los Monos, que está preso en el penal de Ezeiza. Para la pareja del “Pollo”, Sabrina Ivana Barrías, solicitaron 6 años y medio.
Cristian Nicolás “Pupito” Avalle, otro de los mandos medios de Los Monos, afronta una petición de condena unificada a 18 años y 25 días. En paralelo, acumula imputaciones en el fuero provincial por homicidios, extorsiones y balaceras.
En los alegatos también pidieron 15 años y 3 meses para Jonatan Leonardo Lencina, 14 años de cárcel para Axel Aldo Nahuel Vilches y Pablo Javier Pascua, 12 años para Virginia Malvestiti y Mayra Belén Mansilla, 11 años para Alexander Daniel Alcaraz y Laureano Aznarez Espeche, y 6 años para Marina Liliana Núñez.
De acuerdo a la investigación llevada a cabo, la víctima se había juntado a cenar con un grupo de amigos y después fue a comprar marihuana tras haber pactado un encuentro con Virginia Malvestiti, una de las acusadas de vender droga para la célula de Los Monos que gerencia Vinardi en Villa Gobernador Gálvez.
La víctima, al bajar del vehículo para ir al búnker, fue atacado por un hombre que bajó de un Astra estacionado y vestía como policía. En simultáneo, otro sospechoso apareció en la escena y le dio un culatazo en la cabeza. El joven intentó escapar, pero fue obligado a subir al auto de los agresores, donde había otras dos personas.
Luego fue trasladado hasta una vivienda de la intersección de Simón Bolívar y Bomberos Voluntarios, de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez. En ese lugar, permaneció cautivo varias horas, mientras comenzaron las llamadas a sus padres para exigirles el dinero por su liberación.
Los secuestradores se comunicaron primero con la madre del joven. A través de WhatsApp, le enviaron audios y una fotografía del chico a modo de “prueba de vida”: en la imagen se veía al joven con los ojos vendados y dos pistolas apuntándole a la cabeza. La mujer creyó que se trataba de una broma y bloqueó el contacto. Los captores, entonces, le hablaron por medio del celular de su hijo: “Desbloquee a los pibes que le mandaron primero, porque si no a tu hijo no los vas a ver más, así corta la bocha”, la amenazaron en un mensaje de voz.
“Le dimos una hora doña, ya van 10 minutos. Fíjese lo que va a hacer que esto no es joda. Desbloquee a los muchachos porque voy a empezar a verduguear a tu hijo, viste la foto que te mandé, le voy a mandar un dedo”, la volvieron a intimidar luego.
Durante las negociaciones, los secuestradores exigieron USD 100 mil. Como los padres no contaban con el dinero, posteriormente bajaron sus pretensiones y terminaron aceptando un pago de USD 10 mil y algunas joyas.
La entrega se hizo en las inmediaciones del Puente Cargill de esa localidad santafesina. El joven fue liberado de madrugada, cerca de las 2. Durante su cautiverio, le realizaron cortes con un cuchillo y lo golpearon: sufrió fracturas en un dedo, una mano y un codo. También le robaron el short de Independiente, la remera y las zapatillas blancas que vestía.
Fuente: Infobae
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