Fue 1-0 para el Globo gracias al solitario gol de Mazzantti. Así igualó la línea del Fortín en la cima de la tabla.
Se prenden y se apagan las luces del bello Palacio Tomás Adolfo Ducó; se grita con fuerzas en las tribunas porque la ilusión en Parque de los Patricios está más encendida que nunca. Huracán, al igual que Vélez, gana partidos chivos: venció por 1 a 0 a Independiente y se trepó nuevamente a la punta de la Liga Profesional a la espera del duelo del equipo de Liniers del lunes ante Deportivo Riestra en la cancha de Barracas Central.
No tiene alto vuelo o brilla el Independiente de Julio Vaccari, pero ya juega como un equipo serio y ese es un logro importante. Se le plantó de igual a igual a Huracán, uno de los protagonistas del torneo. Pero comenzó mal pisada la visita, un poco abrumada y superada en la mitad de la cancha. Encima, Adrián Sporle sintió un pinchazo en el isquiotibial derecho a los 5 minutos por correr en una contra a Walter Mazzantti.
Claro que Independiente entendió cómo debía contrarrestar el ímpetu de Huracán y Lucas González, el reemplazante del lesionado Federico Mancuello, empezó a tomarse un segundo más para manejar la pelota. Saltita González, además, empezó a encontrarse con Santiago Montiel y el arco de Rodrigo Rey se observaba allá lejos. Quedó más cerca del gol Independiente más allá de que no le sobraron situaciones. Gabriel Avalos hizo revolcar a Hernán Galíndez con un disparo lejano y Montiel estuvo cerca con un tiro libre. ¿Chances de Huracán? Un centro de Rodrigo Cabral que casi se metió por el segundo palo y no mucho más.
Los muchos hinchas de Huracán rápido insultaron a Darío Herrera por un par de fallos. También el entrenador Frank Kudelka le protestó más de una vez al árbitro. Todas esas secuencias, igualmente, no hicieron más que evidenciar que Independiente terminó mejor parado en una pobre etapa inicial.
El complemento arrancó con el mismo andar, con el perdedor más cómodo con el trámite y manejando la pelota. Pero una mala entrega de Federico Vera fue el principio del fin para el equipo de Avellaneda: la contra salió a toda velocidad y Walter Mazzantti definió ante la salida de Rey luego de recibir del chileno Rodrigo Echeverría.
Ya no hubo partido tras ese gol y la del tiempo neto de juego debería ser una cuestión a contemplar por los dirigentes de la AFA. Demoró todas las salidas Huracán, los suplentes se metieron a protestar un par de veces en el campo de juego. Además, los cinco cambios tampoco permiten que fluya la actividad.
De todos modos, la del tiempo no puede ser una excusa para Vaccari porque a su equipo le faltó rebeldía. No se pudo reponer del golpe Independiente; no fabricó situaciones de peligro. Además, el entrenador no estuvo fino con las variantes. Ya para el complemento intercambió con poco sentido a Loyola con González. Después, juntó en la cancha a todos los delanteros que tenía pero sin un conector. Se repitió en centros frontales la visita y crecieron los aportes de los centrales Fabio Pereyra y Fernando Tobio.
Se conformó Huracán con la ventaja y pudo ser un pecado porque, si aceleraba, podría haber generado peligro. Pero se refugió y confió en la defensa y en las manos del siempre seguro Hernán Galíndez. También Independiente había perdido la brújula a esa altura.
Huracán ganó y envió otra señal para Vélez y para todos aquellos que pretendan pelear el torneo. Se impuso ante un grande que venía en levantada como Independiente. Por eso se anima a soñar.
Fuente: Clarín
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