Multas para cualquier expresión sobre no tener hijos hasta “descansos con sexo” en los lugares de trabajos a fin de procrear, son algunas de las medidas.
En relación al extenso territorio que tiene este país, la densidad poblacional preocupa a su presidente por miedo a perder recursos, soberanía y poder económico. Ahora impulsa una medida que sancione a quien promueva en público no tener hijos.
La baja tasa de natalidad es la principal preocupación de la actualidad y la invasión a Ucrania mucho tiene que ver con empoderarse en este sentido.
Se calcula que para 2050 Rusia podría perder 24 millones de habitantes de los 145 millones que son en la actualidad. Aunque se habla mucho de la situación de Ucrania, sobre el control de recursos naturales el problema demográfico de Rusia se encuentra entre los más importantes en cuanto a geopolítica si el país quiere figurar entre las potencias mundiales las próximas décadas.
Putin quiere implantar una nueva medida que, de hacerse realidad, podría acarrear cierta controversia. Se trata de multas de hasta 50.000 euros a cualquiera que defienda en público no tener hijos. Además, si es un extranjero, será deportado. Es parte de la política del Kremlim para aumentar la natalidad. No tener descendencia no es un derecho en Rusia, el Gobierno solo plantea tres excepciones: por razones religiosas, médicas, o en caso de violación.
La Duma Estatal, la Cámara baja del Parlamento ruso, está preparando este proyecto de ley por el que las autoridades impondrán dichas multas por apoyar “la negativa a tener hijos”. Se trata de una medida que afecta a cualquier momento de la vida, desde lo que puede ser cualquier conversación normal hasta libros o películas, y supone una amenaza grave para el movimiento feminista ruso.
La última propuesta de Rusia para aumentar la natalidad
Una de las propuestas del régimen de Putin, en su intento de buscar formas creativas de impulsar su población, es la de “procrear durante los descansos” en el trabajo. Se trata de un plan que se ha propuesto después de que Putin llevara a cabo una demanda urgente de aumentar el número de personas que tienen bebés. Con esto, el personal podrá llevar a cabo la medida durante sus pausas para el almuerzo y el café con tranquilidad. A los jefes ya se les ha comunicado que deben fomentar todas las salidas al mediodía.
Además, en otro orden de imposiciones, la cámara baja del parlamento ruso aprobó por abrumadora mayoría la primera lectura de una ley para prohibir la adopción de niños rusos por ciudadanos de países donde es legal la transición de género. Putin y otros funcionarios en años recientes se han pronunciado a favor de “valores tradicionales” para contrarrestar el liberalismo de Occidente, que consideran degenerado.