Argentina logró mantenerse fuera de esa categoría después de 10 años, evitando así una serie de repercusiones negativas que podrían haber afectado la economía y los mercados financieros.
Argentina logró evitar una sanción por parte del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y mantuvo su lugar en la “lista blanca” del organismo, que supervisa actividades relacionadas con el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. En la reunión plenaria llevada a cabo en París, se revisaron las políticas implementadas durante la administración de Alberto Fernández, y existía preocupación sobre la posibilidad de que el país regresara a la “lista gris”.
Sin embargo, Argentina logró mantenerse fuera de esa categoría después de 10 años, evitando así una serie de repercusiones negativas que podrían haber afectado la economía y los mercados financieros. Si hubiera ingresado en la “lista gris”, el país habría enfrentado complicaciones para acceder a créditos de instituciones multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
En este contexto, la noticia de haber evitado la sanción es especialmente relevante, ya que el ministro de Economía, Luis Caputo, se encuentra en conversaciones con el FMI para negociar un nuevo acuerdo que permita aumentar las reservas del Banco Central. Además, este miércoles, Caputo informó que la Argentina recibirá financiamiento del Banco Mundial, el BID y el CIF por un total de US$8.800 millones.
Por qué es importante que la Argentina esté fuera de la “lista gris” del GAFI
Gracias a mantenerse fuera de la “lista gris” del GAFI, Argentina también logró evitar una serie de consecuencias económicas que habrían surgido por incumplir con los estándares internacionales en relación al lavado de dinero y al financiamiento del terrorismo.
Los países que forman parte de esa lista enfrentan varias dificultades, entre ellas:
- Obstáculos para obtener financiamiento de organismos internacionales, como el BID o el FMI.
- Restricciones comerciales, que podrían incluir limitaciones a las importaciones y exportaciones impuestas por otros países.
- Menor interés por parte de los inversores extranjeros, justo cuando el Gobierno está intentando atraer capitales a través del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), diseñado para captar inversiones superiores a los US$200 millones en sectores clave de la economía argentina.
- Incremento en los costos de servicios financieros, ya que los bancos y otras entidades podrían imponer tasas más altas al percibir un mayor riesgo.
La Argentina, al mantenerse en la “lista blanca”, ha evitado estas complicaciones, lo que representa un alivio en medio de las negociaciones económicas actuales y los esfuerzos por estabilizar la economía del país.
Fuente: www.minutodecierre.com
Comentar