Afirman que la desicion estaria tomada. En febrero, el senador republicano por Florida había mantenido un encuentro con Javier Milei en Casa Rosada.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, tendría previsto nombrar al senador de origen cubano Marco Rubio como jefe de la diplomacia y nombrarlo secretario de Estado, según informó el diario The New York Times, que advierte que la decisión aun no es definitiva.
Rubio es congresista por el estado de Florida y tiene una línea dura sobre políticas internacionales a pesar de ser un gran conocedor en esa área. Fue uno de los principales aliados de Trump que el presidente Javier Milei recibió este año en la Casa Rosada, antes de las elecciones estadounidenses.
En aquella reunión de febrero hablaron sobre la relación bilateral y las reformas que está implementando el gobierno nacional para ordenar la economía. En este sentido, el propio Luis Caputo, ministro de Economía, le brindó al legislador estadounidense detalles sobre el programa económico.
Anteriormente Rubio, vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado, fue uno de los nombres que sonó como posible compañero de fórmula de Trump antes de que este se decantara por J.D. Vance.
Según informó el diario neoyorquino, que cita a tres fuentes distintas, precisa que el presidente electo “todavía podría cambiar de opinión en el último momento”, pero que todo estaría encaminado.
De ser designado en el rol que actualmente ocupa Anthony Blinken en la administración de Joe Biden, sería el primer latino en ocupar el cargo. Si se confirma la designación de Rubio como secretario de Estado, Trump estaría haciendo un guiño a los latinos, un electorado en el que ganó mucho terreno en las elecciones presidenciales de la semana pasada, a pesar de sus propuestas antimigratorias y de extremo recelo y cuidado en las fronteras.
En política exterior, Rubio es partidario de ejercer máxima presión sobre China, gran potencia rival de Estados Unidos, e Irán y es favorable a acabar con la guerra entre Ucrania y Rusia y hasta se mostró a favor de que Estados Unidos presione al Fondo Monetario Internacional (FMI) para facilitar los pagos de la deuda del gobierno argentino.
A su vez, en repetidas ocasiones se ha mostrado duramente crítico del gobierno castrista de Cuba, del mandatario venezolano Nicolás Maduro y del nicaragüense Daniel Ortega.
El senador de 53 años y Trump fueron rivales en las primarias republicanas en 2016. Por aquel entonces la relación entre ambos era execrable y los calificativos despectivos estaban a la orden del día.
Rubio dijo de Trump que tenía las “manos pequeñas” y le llamó “estafador”. El magnate también se burlaba de él, con el apodo de “pequeño Marco”. Pero en política la memoria es corta y han pasado de enemigos a aliados.
La relación fue mejorando durante el primer mandato presidencial de Trump (2017-2021), con quien trabajó sobre temas de América Latina, y fue un gran apoyo en la campaña para volver a la Casa Blanca, sobre todo entre el electorado latino.
Fuente: La Nación
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