Preocupado por los efectos en la opinión pública de la ratificación del veto contra el financiamiento universitario, el Gobierno lanzó un plan de contingencia para desviar la mirada de la agenda pública de la educación pública. Javier Milei decidió ayer por la mañana, espontáneamente, antes de la reunión de Gabinete, recibir al influencer libertario agredido en la manifestación frente al Congreso contra La Libertad Avanza y el PRO y visitar la pizzería donde se refugió ayer.
Mientras tanto, el ala política de Milei se enfoca en conseguir los votos para el Presupuesto 2025, el debate que viene. El jueves por la mañana, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y su segundo, Lisandro Catalán, recibieron al gobernador catamarqueño peronista, Raúl Jalil. Y un día antes había hecho lo propio con el neuquino Rolando Figueroa, quienes ayudaron a captar los votos para sostener el veto.
Para conseguir lo que denominan “una nueva mayoría” en el Congreso para lograr aprobar el Presupuesto, un alto funcionario reveló que la semana que viene José Luis Espert convocará a un encuentro de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. De todas formas, no ven plausible aún la obtención de dictamen, y creen que sólo podrían pasar al debate en el recinto en noviembre.
Dan por sentado que arrancarán con la base de 84 votos que obtuvieron para el veto al financiamiento universitario, y calculan que necesitarán unos 40 más (la cifra dependerá del variable porcentaje de ausentes y abstenciones). El panorama está complicado, pero no dan por perdida la disputa. Creen que, en definitiva, podrán apelar a los opositores que, sin ser dialoguistas, son considerados “racionales”.
Fuente: Infobae
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