Oficialismo y dialoguistas tienen el quórum justo para iniciar el debate. Podría haber más modificaciones en el recinto. Los textos volverían en segunda revisión a Diputados.
En un marco de extrema tensión y, con la lupa más que cerca del mercado y de toda la política, el Senado sesionará desde las 10 para modificar y devolver a Diputados, en segunda revisión, la ley Bases y el paquete fiscal.
El desafío para el Gobierno libertario es mayúsculo y se dará con el inicio del encuentro, con un quórum muy justo y posteriores votaciones generales atadas con alambres, así como definiciones en particular de artículos que podrían recibir más cambios.
La sesión ingresó en la zona de riesgo ayer a la tarde, cuando los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano anunciaron que no darán quórum. Bajo este panorama, el comienzo de la sesión quedó en manos de los radicales Maximiliano Abad y Martín Lousteau, titular del centenario partido.
El primero deslizó que ayudará, mientras que el segundo confirmó anoche su presencia para defender sus dictámenes de minoría. Así, el encuentro en el recinto se iniciaría con 37 legisladores en sus bancas, el mínimo necesario para activar el convite.
Durante la reunión de Labor Parlamentaria realizada el lunes en el despacho de la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, se acordó que los proyectos se discutirán por separado y habrá 10 oradores por interbloque para la ley Bases, que tendrán 10 minutos cada uno. A esto deberá sumarse los miembros informantes, con 20 minutos, junto a los cierres para los jefes de bancadas, con igual cantidad de tiempo.
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