La policía brasileña busca a una mujer acusada de haber asesinado a su novio con una trufa envenenada para poder robarle. Según las autoridades, la sospechosa, Julia Andrade Cathermol Pimenta, convivió durante varios días con el cadáver del empresario Luiz Marcelo Antônio Ormond. Su cuerpo fue encontrado por los bomberos, en avanzado estado de descomposición, en el departamento en el que vivía en Engenho Novo, en la zona norte de Río de Janeiro.
El caso fue descubierto después de que vecinos alertaran a las autoridades sobre un olor nauseabundo que salía del departamento de Ormond. El cuerpo del empresario fue encontrado en el sillón del living, junto a paquetes de morfina. Estaba sentado, con dos ventiladores encendidos, uno en el techo y otro en el piso, frente a la ventana, que estaba abierta, indicó el sitio g1.
La escena llamó la atención dela policía, que sospechó enseguida de que su muerte no fue natural. Según los vecinos, Luiz Marcelo fue visto por última vez el viernes 17 por la tarde, cuando salía de la pileta del edificio. Estaba acompañado de su novia.
Un video grabado por cámaras de seguridad del ascensor ese día muestra a Luiz Marcelo con un plato en la mano y Julia con una cerveza. Los dos se besan. Minutos después, la pareja vuelve a entrar en el ascensor y Luiz Marcelo parece descompuesto. Se apoya en el espejo, cierra los ojos y tose continuamente.
Luiz Marcelo fue encontrado muerto tres días después. La autopsia determinó que el hombre murió el viernes y el médico forense identificó una pequeña cantidad de chocolate líquido en el sistema digestivo de la víctima. Según la investigación, Luiz Marcelo comió un brigadeirao (trufa típica brasileña) envenenado que probablemente estaba en el plato que sostenía en el ascensor.
Tras el asesinato, Julia convivió con el cadáver durante todo el fin de semana. Creen que lo mató para poder quedarse con los bienes y objetos de valor del empresario.
El 18, la mujer fue vista bajando sola por el ascensor y yéndose con el auto de Luiz, que habría vendido. El domingo (19), a las 10h40, la mujer fue a hacer ejercicio al gimnasio del edificio a hacer ejercicio. El lunes, se la vio salir por el portón con una valija y dos bolsos, poco después de haber recibido una extensión de la tarjeta de crédito del empresario.
“Es un caso aberrante porque demuestra una frialdad extrema. Habría permanecido dentro del departamento de la víctima, con el cadáver, alrededor de 3 o 4 días. Allí habría dormido junto al cadáver, se habría alimentado, incluso habría bajado al gimnasio, habría hecho ejercicio, habría regresado al departamento donde estaba el cadáver”, dijo el investigador Marcos Buss.
Para la policía, el crimen fue premeditado. “Nos parece que ella lo estaba dopando desde hacía algún tiempo y en determinado momento decidió quitarle la vida para poder poner en práctica el plan criminal y lograr su objetivo, que sería apoderarse de sus bienes”, sostuvo Buss.
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