Estos fueron los puntos más destacados de la homilía del arzobispo salteño Mario Cargnello durante el momento central de la ceremonia.
En el marco de la emotiva renovación del pacto al Señor y la Virgen del Milagro en el Monumento 20 de Febrero, monseñor Mario Cargnello, pronunció un mensaje contundente sobre los problemas que aquejan a nuestra sociedad.
El arzobispo salteño expresó su preocupación por la violencia, el flagelo de la droga, la autolesión y la decadencia de la educación, señalando que estos factores están deteriorando las bases de nuestra comunidad. “La violencia, el flagelo de la droga, la pérdida de la calidad educativa nos destruye“, afirmó.
Cargnello hizo un llamado a la unidad y a la responsabilidad individual: “Nunca seremos una nación digna sino aportamos cada uno un poco de lo que nos corresponde“. Asimismo, enfatizó la importancia de combatir la iniquidad social y de revertir la cultura de la auto lesión y el aborto. “Luchar con la iniquidad social es tarea del ser humano“, aseguró.
A pesar de este panorama desalentador, monseñor Cargnello destacó la esperanza que nos brinda la fe y el ejemplo de aquellos que trabajan por un mundo mejor. “No todo está perdido hay muchos que luchan por un mundo mejor, eso nos recuerda que el señor no nos abandona“, expresó.
Lanzó: “No lo sabremos con nuestras inmadureces y peleas a los pobres“.
El arzobispo también rindió homenaje a los padres y madres que, con gran esfuerzo, luchan por el bienestar de sus hijos.
“El aborto y la eutanasia cuanto daño producen”
“Los argentinos tenemos derecho a un futuro mejor“, afirmó Cargnello, destacando la necesidad de avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa. El arzobispo también expresó su profunda preocupación por varios problemas sociales actuales, señalando que “el aborto y la eutanasia cuánto daño producen“.
Monseñor Cargnello utilizó el discurso como una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos que enfrenta la sociedad y la importancia de enfrentar estos problemas con compasión y responsabilidad. Su intervención subrayó el rol de la fe en la construcción de un futuro más prometedor y la necesidad de abordar temas controvertidos con un enfoque ético y humano.
El discurso de Cargnello se convirtió en un momento clave de la festividad, capturando la atención de los asistentes y resaltando el impacto de la fe en la vida cotidiana.
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