Desde Puna Stone S.A. explicaron a Profesional que tienen un contrato particular con un vecino que necesitaba mover piedras, mientras esperan el permiso desde Provincia para la exploración.
Hace unos días, vecinos autoconvocados de Santa Rosa de Tastil y La Quesera manifestaron su profunda preocupación y denunciaron el intento de avanzada de la minera Puna Stone S.A. sobre la zona.
En diálogo con Profesional, Leandro Gómez, un vecino de Tastil, explicó que los vecinos impulsan un turismo sustentable y si bien entienden que la minera puede traer ingresos, no respondería a la misión y los valores con los que trabajan.
Asimismo, sostuvo que desde que iniciaron los trabajos presentan problemas en la provisión del agua, debido a que la empresa se instaló en el río que alimenta Tastil y La Quesera.
Alberto Castillo, presidente de REMSa, dijo que no tiene información al respecto. Sin embargo, explicó por Profesional que ninguna empresa puede comenzar una actividad sin los permisos que otorgan muchas áreas, al menos que haya una excepción, y en esos casos son sancionados.
“Si la empresa comenzó a trabajar le aseguro que tiene los permisos, y si llegan a enterarse que hay una reserva arqueológica eso se suspende. Si está explorando y no tiene los permisos, no trabaja más en la Provincia y sus muestras no tienen validez”, expresó.
En este contexto, Profesional también se comunicó con Sergio Marcelo Vargas, responsable de prensa de Puna Stone S.A., quien admitió que aún no tienen permiso porque lo están gestionando desde hace dos meses, pero a su vez desmintió que estén realizando una exploración minera.
Vargas explicó que hay una mina que operaba en los años 70 y ellos solicitaron 700 hectáreas para “revivir” esa boca, que está ubicada en una zona “en medio de dos cerros” y para llegar hay que atravesar un terreno privado que pertenece a Felipe Copa.
Por lo tanto, como aún no tienen el permiso y quieren ganar tiempo, acordaron con el señor Copa para mover unas piedras que impiden el paso de los autos y la llegada a buscar su cosecha, algo que viene pidiendo al municipio de Campo Quijano hace más de 20 años.
Entonces, Vargas admitió que Puna Stone S.A. hizo movimientos de piedras de río, pero todo a través de un contrato privado y en el terreno del particular, fuera de la zona arqueológica que los vecinos denunciaron.
“La zona donde están las minas de Tastil están fuera de ese radio. Está todo protegido, es patrimonio mundial de la Unesco. La mina está totalmente fuera de ese radio. Nosotros lo que hicimos fue simplemente correr las piedras con una máquina excavadora con un contrato privado con el señor Copa”, insistió.
Comentar