Marcelo Agüero es de Salta, y hace algunos años se radicó en Entre Ríos por cuestiones laborales, pero no se olvida de sus raíces y por Profesional contó los motivos por los que decidió venir peregrinando este año hasta la Catedral.
Pocos entienden lo que significa la Fiesta del Milagro para los salteños, y sólo basta conocer la historia de Marcelo Agüero para dimensionar un poco este sentimiento de devoción y fe hacia el Señor y la Virgen.
Marcelo es salteño, y vino peregrinando hasta Salta desde Concordia, Entre Ríos, un viaje que se extendió por más de 1700 kilómetros, y que atravesó por distintos momentos que convirtieron esta caminata en una experiencia única.
El salteño de 48 años ya realizo varias peregrinaciones extensas durante su vida para esta época, pero ninguna se compara a la que realizó este 2024. Incluso, renunció a su trabajo porque no le dieron permiso para realizar la peregrinación. Sin embargo, a Marcelo poco le importó, y con los dos meniscos de sus rodillas rotos, salió igual y ya está en Salta.
‘’Lo hago por todos, no por mí. Tengo arriba al Señor y a la Virgen del Milagro, y a mi familia desde el cielo, que me iluminaron para hacer esta peregrinación’’, expresó Marcelo a la 89,9.
Su historia de vida es de un valiente. En 2019, durante la pandemia y debido a la falta de trabajo, Marcelo agarró sus cosas y se mudó a Corrientes un tiempo, por una propuesta laboral. Después de eso, el destino lo llevó hacia Entre Ríos. ‘’Durante 5 años, pasé por 18 provincias diferentes trabajando, y también 2 países, Uruguay y Paraguay’’, contó.
En relación al impresionante viaje que emprendió sólo, el peregrino salteño detalló: ‘’Caminé los primeros 500km con dos bolsos desde Concordia hasta Corrientes. Ahí los despaché por encomienda y me vine con una mochila. En Chaco me agarró la lluvia durante un par de días, y tuve que hacerme ponchos con las bolsas de residuos y empezar a caminar hasta Salta para llegar a las festividades’’, comentó.
Marcelo mencionó algo que sorprende a todos. ‘’Camino sólo por la ruta rotos, con fe, con mi bolsa de coca y una botella de agua’’. En ese sentido, agradeció a la Policía de Salta que también dispuso personal para acompañarlo en su viaje. Además, cuando llegó a El Galón, lo recibieron de una manera muy cálida, le llevaron bebidas para ayudarlo con la hidratación y, entre lágrimas y aplausos, lo abrazaron y saludaron en medio de un calor sofocante.
El salteño de 48 años llegó este viernes a General Güemes, donde también fue recibido y agasajado por los locales. Allí descansará hasta el sábado a las 8 de la mañana, momento en el que emprenderá el tramo final de más de 50km hacia la Catedral Basílica, para llegar al centro de la capital salteña por la tarde.
‘’Me emocioné cuando llego a Cabeza de Buey, me arrodillé, agradecí y me largué a llorar’’, expresó Marcelo, luego de transitar un increíble viaje hasta nuestra Provincia, donde tuvo que luchar con climas adversos y temperaturas elevadas, pero con la fuerza que sólo te brindan la fe y la devoción.
Por último, les dejó un mensaje a aquellas personas que todavía no se animan a peregrinar, pero que ese deseo está latente. ‘’Hay que salir con fe. Vine con lo puesto y llego con lo puesto, no tengo otra ropa. Llevo un átomo, una crema, pastillas para los dolores. El que quiere lo puede hacer’’, concluyó.