El arzobispo de Canterbury dimitió este martes tras asumir no haber investigado el escándalo sobre un prolífico abusador de menores asociado a la institución de Inglaterra. La Iglesia Anglicana de Salta se despega del escándalo porque no dependen de la autoridad inglesa.
La presión sobre Justin Welby, máximo representante de la Iglesia de Inglaterra y líder espiritual de 85 millones de anglicanos en todo el mundo, fue en aumento desde que la semana pasada se hiciera público un informe que reveló que durante décadas la institución habría encubierto los violentos abusos físicos y sexuales cometidos por el abogado John Smyth a más de 100 niños y jóvenes. Smyth dirigía campamentos de verano cristianos en los años 1970 y 1980.
“Los últimos días han renovado mi sentido de vergüenza profunda y prolongada por los fracasos históricos de la Iglesia de Inglaterra en su misión de salvaguarda”, dijo Welby en una declaración. El arzobispo afirmó que debía asumir la responsabilidad de los errores cometidos desde que hace once años le notificaron los abusos cometidos por Smyth.
El abogado era un miembro de alto rango de la organización benéfica cristiana Iwerne Trust y se cree que es el abusador en serie más prolífico asociado con la Iglesia de Inglaterra, según una revisión independiente encargada un año después de su muerte en 2018.
Se dice que sometió a sus víctimas a ataques físicos, sexuales, psicológicos y espirituales traumáticos. El Iwerne Trust llevó a cabo su propia investigación en 1982 que descubrió que Smyth llevaba a los alumnos a su casa cerca de Winchester y realizaba azotes con una caña de bambú en su cobertizo.
Según la organización, ocho de los chicos recibieron un total de 14.000 latigazos, mientras que otros dos recibieron 8.000 golpes en total durante tres años. La organización benéfica calificó la práctica de “horrible”, pero las denuncias no se trasladaron a la policía hasta 2013, más de 30 años después.
Ahora, Welby dijo que en ese momento “creyó erróneamente que se llegaría a una resolución adecuada”.
“Está muy claro que debo asumir la responsabilidad personal e institucional por el largo y traumático período entre 2013 y 2024”, añadió.
El informe Makin sobre las décadas de abuso realizado por Smyth decía que Welby no actuó adecuadamente cuando escuchó por primera vez sobre el abuso en 2013.
Después de que se publicara el informe, el arzobispo aceptó que “personalmente no se aseguró de que… la terrible tragedia fuera investigada enérgicamente”.
El mandato de Welby abarcó una década de grandes convulsiones en la que se vio obligado a sortear disputas sobre los derechos de los homosexuales y las mujeres clérigas entre las iglesias más liberales, principalmente en América del Norte y Gran Bretaña, y sus contrapartes más conservadoras, especialmente en África.
Los principales desafíos de su sucesor incluirán mantener unida a la cada vez más conflictiva comunidad anglicana mundial e intentar revertir una disminución en la asistencia a la iglesia, que ha disminuido una quinta parte en Reino Unido desde 2019.
Fuente: BBC
Profesional FM accedió a fragmentos directos de la carta del Arzobispo de Canterbury:
12 de noviembre a las 2:00 pm, hora del Reino Unido:
“Habiendo solicitado el permiso gracioso de Su Majestad el Rey, he decidido renunciar como Arzobispo de Canterbury.
La Revisión Makin ha revelado la conspiración de silencio sostenida durante mucho tiempo en torno a los atroces abusos de John Smyth.
Cuando fui informado en 2013 y me dijeron que la policía había sido notificada, creí erróneamente que se llegaría a una resolución adecuada.
Está muy claro que debo asumir la responsabilidad personal e institucional por el largo y retraumatizante período entre 2013 y 2024.
Es mi deber honrar mis responsabilidades constitucionales y eclesiásticas, por lo que los tiempos exactos se decidirán una vez que se haya completado una revisión de las obligaciones necesarias, incluidas las de Inglaterra y la Comunión Anglicana.
Espero que esta decisión aclare lo seriamente que la Iglesia de Inglaterra entiende la necesidad de cambio y nuestro profundo compromiso de crear una iglesia más segura. Al dar este paso, lo hago con dolor junto a todas las víctimas y sobrevivientes de abuso.
Los últimos días han renovado mi antiguo y profundo sentimiento de vergüenza ante los fallos históricos de protección de la Iglesia de Inglaterra. Durante casi doce años he luchado por introducir mejoras. A otros les corresponde juzgar lo que se ha hecho.
Mientras tanto, cumpliré mi compromiso de reunirme con las víctimas. Delegaré todas mis demás responsabilidades actuales de protección hasta que se complete el proceso de evaluación de riesgos necesario.
Pido a todos que mantengan en sus oraciones a mi esposa Caroline y a mis hijos. Han sido mi apoyo más importante a lo largo de mi ministerio, y estoy eternamente agradecido por su sacrificio. Caroline lideró el programa para cónyuges durante la Conferencia de Lambeth y ha viajado incansablemente en áreas de conflicto apoyando a los más vulnerables, especialmente a las mujeres y a quienes cuidan de ellas localmente.
Creo que dar este paso es lo mejor para la Iglesia de Inglaterra, a la que amo profundamente y a la que he tenido el honor de servir. Rezo para que esta decisión nos guíe de nuevo hacia el amor que Jesucristo tiene por cada uno de nosotros.
Pues, por encima de todo, mi compromiso más profundo es con la persona de Jesucristo, mi salvador y mi Dios; el portador de los pecados y las cargas del mundo, y la esperanza de cada persona.
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