El equipo de Marcelo Gallardo lo dio vuelta y ganó 3 a 2. Los goles del Millonario fueron de Solari, Díaz y Colidio, sobre el final. Para el local marcaron Gregorio Rodríguez y Jonás Acevedo.
River no merecía irse con las manos vacías de Alta Córdoba. Y su búsqueda tuvo premio. El equipo de Núñez tuvo momentos de buen juego como no se había visto en el segundo ciclo del Muñeco y al ganarle 3-2 a Instituto se trajo de Córdoba una victoria importante que lo afianza en la zona de clasificación a la Copa Libertadores 2025 y lo pone en carrera para intentar pelear por el título, aunque para esto último tiene que esperar que Vélez siga perdiendo puntos.
Los dos equipos fueron por la victoria ya que a ninguno le servía el empate si querían todavía con subirse al tren del campeonato y encima se juegan la clasificación a las copas internacionales del año que viene. River, a la Libertadores e Instituto a la Sudamericana. Entonces, armaron un partido electrizante en La Docta. El encuentro fue de ida y vuelta e intercambiaron golpe por golpe. Y en ese puño por puño, el que pegó último y mejor fue el equipo del Muñeco, que llegó a la victoria con una definición de Colidio tras una gran asistencia de Pity Martínez.
River sufrió para ganar el encuentro porque al descanso se había ido en desventaja a pesar de que por el desarrollo del primer tiempo merecía otra cosa. Es que tuvo el juego que se le pedía, hizo circular bien la pelota, contó con llegadas, abrió con criterio la cancha con los laterales, pero otra vez pagó cara la falta de definición.
Ese fue el gran problema que tuvo River en la primera mitad, y que tanto lo aquejó en los últimos tiempos. Y no se le podía caer a Miguel Borja, ya que no viajó a Córdoba porque estaba suspendido por haber llegado a las cinco amarillas. Pero, en el complemento, el conjunto de Núñez pudo resolver este tema y volvió a meter 3 goles como el sábado ante Banfield.
No fue la falta de definición el único inconveniente que tuvo River en esa primera mitad. El otro fue en defensa. ¿Con qué necesidad jugó mano a mano, dejando espacios grandes y lejos del arco desde el inicio como si faltaran cinco minutos para terminar el partido? También lo pagó caro. Puebla le metió un pase profundo a Gregorio Rodríguez, quien con mucho campo sacó a pasear a González Pirez y cuando entró al área definió con un puntazo al primer palo.
A ello se le sumaba Andrés Merlos, quien no cobró un claro penal al principio del encuentro por una mano deliberada de Brizuela, quien disputaba una pelota con Solari. El VAR llamó al árbitro, pero, tras revisar la jugada sancionó lo que no era: una inexistente falta del delantero de River.
Pese a Merlos, y a sus errores defensivos, River igual dio vuelta el encuentro. Las buenas noticias esta vez llegaron de la mano del mediocampo. Los cuatro de la mitad, que jugaron en rombo como con Banfield, tuvieron un buen partido. Sobre todo, Maxi Meza, quien tal vez haya jugado su mejor encuentro desde que llegó.
Parado como interno por la izquierda, se animó a conducir y llevar el juego del equipo. Y de sus pies salieron buenos pases que generaron conexiones de juego. Y hasta estuvo cerca del gol: Roffo le sacó un cabezazo y luego un remate, que tras el rebote derivó en el empate de Solari, quien está derecho. Convirtió tres tantos en los últimos dos encuentros. Hubo suspenso en su gol ya que fue revisado por una posible falta de Santiago Simón a Lodico en el inicio de la jugada pero desde el VAR afirmaron que fue todo lícito.
Por su parte, Echeverri intentó acoplarse al juego de Meza, también dio algunas puntadas con sus pases, aunque tuvo sus intermitencias de siempre. Y antes de salir tiró el corner del segundo gol, que llegó con un cabezazo de Paulo Díaz.
En tanto, Simón y Villagra también estuvieron muy activos. El juvenil, con remates de afuera, de los cuales uno dio en el palo y el volante central en la recuperación y la claridad para jugar.
Pero lo bueno que hizo en el medio, que contribuyó a dar vuelta el partido, corrió peligro de desdibujarse por los errores defensivos en el tramo final del partido cuando Instituto fue a buscar la igualdad. La línea de cuatro no estuvo firme para defender un lateral. Tras el saque de costado, les ganaron de arriba a Bustos y a Paulo Díaz y Acevedo anticipó a Enzo Díaz, quien había entrado por Marcos Acuña, que se fue lesionado.
River parecía entrar en un pozo, pero lo rescató Pity Martínez. Gallardo lo había mandado un ratito antes del gol de Instituto a la cancha y el zurdo contó con opciones de ataque para jugar ya que el Muñeco esta vez no hizo figurita pro figurita y mandó luego al campo de juego a Bareiro (por Simón) para juntarlo con Colidio.
El paraguayo pivoteó y tocó para Pity y el zurdo, de cachetada y con un gran panorama, dejó mano a mano a Colidio, quien en la única de la noche en la que no falló, le dio la victoria a River. Y la posibilidad de seguir ilusionado con pelear por el título.
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