Recordado como uno de los próceres más influyentes de la historia del país, sus hazañas contribuyeron con la libertad y autonomía de la Argentina.
El Paso a la Inmortalidad del Gral. José de San Martín se conmemora cada 17 de agosto, en honor al militar y político argentino que falleció un día como este, pero de 1850. Lideró la lucha por la independencia del país junto a su ejército, con el que cruzó la Cordillera de los Andes y derrotó a las milicias españolas en la batalla de Maipú, una de las hazañas históricas más importantes de la historia argentina.
Esta fecha recuerda sus valores de libertad y valentía no solo en el territorio nacional, sino también en países como Chile y Perú. En el país, esta jornada es un feriado trasladable, pero de acuerdo a la ley 27.399, solo pueden ser desplazados aquellos que ocurran un martes o miércoles y, por ello, no habrá fin de semana largo esta semana.
José Francisco de San Martín y Matorras nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, Corrientes. Se mudó a sus seis años a España junto a su familia, donde comenzó su formación militar. A pesar de encontrarse lejos, mantuvo interés sobre los acontecimientos de su tierra natal. Es por ello que retornó al territorio nacional con la Revolución de Mayo, con el objetivo de luchar por la independencia de los pueblos de varios países como Argentina, Perú y Chile.
De esta manera, el Triunvirato le otorgó el mando de un escuadrón de caballería, que en 1812 se transformaría en el Regimiento de Granaderos a Caballo. El primer combate que protagonizó esta brigada fue la Batalla de San Lorenzo.
De su vida personal se sabe que se casó con María de los Remedios de Escalada, con quien tuvo, en 1816, a Mercedes Tomasa San Martín y Escalada, su única hija.
Uno de los actos más recordados de su trayectoria fue el cruce Cordillera de Los Andes, en enero de 1817. Esta misión se organizó en seis rutas que partían desde La Rioja, San Juan, Mendoza y San Rafael, hacia diferentes puntos de Chile, a caballo. El Ejército de los Andes buscaba oponerse al avance realista que provenía del Alto Perú.
San Martín expresó su preocupación por esta travesía en una carta a su amigo Tomás Guido: “Lo que no me deja dormir es, no la oposición que puedan hacerme los enemigos, sino el atravesar estos inmensos montes”. Gracias a sus esfuerzos, lograron triunfar en esta gran hazaña, que concluyó con la Batalla de Maipú y la Batalla de Ayacucho.
En 1824 decidió exiliarse voluntariamente debido al conflicto entre los unitarios y federales. Junto a su hija Mercedes, embarcó a España, para luego trasladarse a Boulogne-sur-Mer, Francia. Fue en este pueblo donde pasó sus últimos años, hasta el 17 de agosto de 1850, día de su fallecimiento. Luego de 30 años, sus restos fueron repatriados y enviados a la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.
San Martín fue bautizado como el Padre de la Patria debido a su vocación por la defensa de la libertad y autonomía de los pueblos. Cumplió un rol fundamental para la consagración de la nación, arriesgando su vida por ella. Su mente estratégica le permitió organizar los combates y a su ejército, para alcanzar derrotar al enemigo. Es recordado como un héroe en Argentina, Chile y Perú, naciones que destacan su compañerismo y patriotismo.
El Libertador creía que todas las personas eran merecedoras de la libertad del colonialismo, por lo que sentía un gran interés de luchar contra la corona española, para lograr la autonomía de los pueblos locales. Una de las frases que representan su espíritu es: “Cuando la Patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla”.
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