De esta manera, con apenas 8 años, se convierte en la primera paciente pediátrica asistida por un robot.
Una niña de Oklahoma de 8 años, Karliegh Fry, se convirtió en la primera paciente pediátrica en someterse a una estimulación cerebral profunda asistida por un robot. Este procedimiento pionero tuvo lugar en el Oklahoma Children’s Hospital OU Health y el Bethany Children’s Health Center, marcando un hito mundial en la medicina pediátrica.
Karliegh fue diagnosticada con distonía primaria de aparición rápida, un trastorno neurológico que provoca contracciones musculares involuntarias. Inicialmente, la enfermedad la dejó paralizada, incapaz de caminar, comer o sentarse sola. Aunque los medicamentos prescritos mejoraron ligeramente su condición, seguía sufriendo movimientos involuntarios que le ocasionaron lesiones.
El equipo médico decidió que Karliegh podría ser una buena candidata para la estimulación cerebral profunda (ECP). Este procedimiento consiste en implantar electrodos en el cerebro para corregir señales eléctricas desorganizadas que causan temblores u otros movimientos involuntarios.
Esos cables funcionan mediante la recepción de estimulación eléctrica desde un pequeño generador de impulsos ubicado en el pecho. Este generador se programa para emitir pulsos continuos de corriente eléctrica hacia el cerebro a través de los cables. Para determinar la ubicación óptima de los electrodos, se llevan a cabo exhaustivas pruebas preoperatorias.
Se utiliza en el tratamiento de varias afecciones neurológicas, como la enfermedad de Parkinson, la epilepsia y el síndrome de Tourette, según Johns Hopkins Medicine.
El procedimiento en Karliegh se realizó en dos fases. Primero, la cirugía tuvo lugar en el Oklahoma Children’s Hospital. Luego, fue trasladada al Bethany Children’s Health Center para recibir cuidados postoperatorios y rehabilitación pediátrica. Según OU Health, a los pocos minutos de activarse el neuroestimulador, Karliegh pudo bajar y relajar los brazos, algo que no podía hacer antes.
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