Lo dijo el experimentado consultor internacional, Francisco Diez, quien trabajó con los “bad boys” de América Latina
Francisco Diez dialogó con Juan Manuel Abdala sobre su experiencia en mediación con el Centro Carter, organización sin fines de lucro fundada en 1982 por el expresidente estadounidense Jimmy Carter y su esposa Rosalynn.
Eso lo llevó a trabajar con figuras controvertidas de América Latina, conocidos en la jerga del ambiente como los “bad boys” (chicos malos en su traducción del inglés) en referencia a los ex presidentes Evo Morales, de Bolivia, Hugo Chávez, de Venezuela, Rafael Correa, de Ecuador y el actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.
Díaz destacó que su enfoque en la mediación se centra en la comprensión profunda de las personas involucradas en el conflicto, reconociendo que las emociones y percepciones personales son fundamentales para encontrar soluciones duraderas: “el conflicto lo crean las personas, lo sostienen las personas y solo ellas lo pueden resolver”. Tal es así, que en caos debió usar técnicas de divorcio, porque el enojo entre las partes no les permitía ver la realidad.
Luego de los inicios de su carrera en Argentina, a los 25 años de edad bajo el ala de Raúl Alfonsín, como secretario de Luis Caputo, su experiencia abarcó períodos históricamente significativos como el final de la Guerra Fría y la transición hacia nuevas dinámicas globales, incluyendo la presidencia de Ronald Reagan en Estados Unidos.
Con Bolivia calificó de óptima su participación ya que el Centro Carter fue la única organización norteamericana que el país no expulsó; en tanto fue muy satisfactoria la resolución de conflictos entre la Colombia de Álvaro Uribe y el Ecuador de Rafael Correa, cuyo conflicto vio venir de antemano.
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