Fabián Pons, presidente del Observatorio Vial Latinoamericano habló con Profesional sobre las leyes de tránsito en el país y la conducta de las personas al manejar, luego de estudiarlas durante 25 años. Apuntó duramente contra la Ley de Tolerancia Cero.
La inseguridad vial es una preocupante realidad que afecta a toda la sociedad argentina y que requiere una intervención inmediata. Fabián Pons, presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (Ovilam), expresó por Profesional la necesidad de abordar esta problemática de manera integral.
Según el especialista, los funcionarios a nivel nacional, provincial y municipal se limitaron a acciones superficiales, sin atacar las raíces del problema. En ese marco, resaltó la importancia de la educación vial y la unificación de los criterios en lo que respecta a las leyes de tránsito.
Expresó que circular por todo el país es difícil, debido a que la estructura federal dificulta la implementación de políticas integrales, ya que la responsabilidad se distribuye entre los diferentes niveles de gobierno, y a menudo quienes toman las decisiones carecen de la experiencia y el conocimiento necesarios en materia de seguridad vial.
Además, se suma el auge de la “movilidad sustentable” que promueve el uso de la bicicleta, monopatines, entre otros vehículos, cuyos conductores no tienen educación vial pero comparten calles con camiones. Allí es donde surge el aumento del fenómeno “analfabetos viales”, dijo el especialista, porque les falta el conocimiento para poder transitar y convivir con el resto del tráfico.
Respecto a Salta, el ingeniero apuntó directamente a la Ley de Tolerancia Cero, argumentando que si no se acompaña con educación y concientización termina aumentando la siniestralidad.
“Hay que ser muy bruto para aplicar la tolerancia cero. Resultamos el hazmerreir del mundo”, expresó y agregó que sin sanciones ejemplificadoras no se van a solucionar los siniestros de ésta índole.
Además, aseguró que la mayoría de los conductores carece de conocimiento acerca del proceso de desalcoholización, cuánto tiempo tarda una persona que tiene 0,5 de alcohol en sangre para volver a 0, entre otros interrogantes que hacen parte de la educación vial. “Podemos hacer todo porque no está hecho nada. Si bien políticamente garpa, no sirve de nada prohibir porque entonces genera el efecto inverso al buscado”.
Finalmente, el presidente de Ovilam marcó que si bien el gobierno nacional tiene la posibilidad de comenzar de 0 a nivel nacional, el hecho de que el tránsito dependa de las 24 provincias y los más de 2300 municipios hace que el desafío sea aún mayor.
“Cuando vas a cada municipio y preguntás quién está a cargo de tránsito, mayoritariamente son punteros políticos. No es solamente el gobierno nacional, también hay que apuntarle fuertemente a las provincias y a los municipios”, concluyó.
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